LUIS MOLINA ACHÉCAR COMENTA EL LIBRO DEL JEFE DE RAFAEL OCTAVIO BRUNO GÓMEZ

LUIS MOLINA ACHÉCAR Comenta EL LIBRO DEL JEFE, de

RAFAEL OCTAVIO BRUNO.

Primero quiero felicitar a Rafa por lo del libro y agradecerle que me lo enviara con una dedicatoria tan significativa; gracias Rafa, te felicito. Excúsenme por decirle Rafa porque me es difícil decirle Rafael Octavio. Rafa es como le decimos la familia desde que es un niño.

Realmente para conocer una obra, mucha gente dice que hay que conocer primero al autor porque muchas de las obras tienen siempre la subjetividad del autor, de ahí que siempre en la portada o en la contraportada de los libros, pues se pone una descripción del autor y de su vida, de forma tal que podamos entender nosotros quien es  en realidad el que está emitiendo los juicios que están en el libro.

Hay autores, incluso yo leí un libro muy similar a este pero que tiene tres tomos, que se llama Megamanagement, que fue escrito por un Sr. de apellido Kaufman y discípulo de Peter Senge que Rafael menciona en su libro, qué escribió como veinte ó veinticinco páginas primero sobre quién era él, lo que había hecho, dónde se desarrolló, etc. El tipo había sido un matemático que había hecho un doctorado en la universidad de Berkeley y encontró que justamente cuando tenía que tomar las decisiones más interesantes de su vida, porque su entrenamiento fue en teoría de decisiones, él no podía decidir si le convenía casarse con una persona, si le convenía tener un hijo y dijo, mira…voy a dejar esto y entonces se metió en este campo en que Rafa está incursionando, de la mano de ese señor que se llama Peter Senge y que escribió la Quinta Disciplina…de ahí la importancia justamente de conocer el autor para conocer el libro o la obra.

Ya se leyó una semblanza de Rafa y yo pensé que hablar de él cuando era un niño, quizás no era tan importante como ver el libro, qué nos enseña de lo que él dice, y qué nos enseña el libro de Rafa; y  pensé, después de leerlo, que hay cinco puntos que me llaman la atención y quería compartir con ustedes.

Primero que estamos frente a una persona que tiene una conciencia política y social, y eso lo vemos desde la misma portada del libro, con quien aparece él retratado, y también a quien le dedica el libro en primer término, porque cuando yo leí la dedicatoria, veo que dice en la primera línea “A la juventud, fuente revolucionaria promotora del cambio”. Después sigue con otras dedicatorias, pero en principio, así comienza.

Entonces, eso nos dice que el autor es una persona que tiene una conciencia política y una conciencia social. Quizás no es al azar que él nació en el mismo año de la revolución, en el 1965, y que nació en una provincia con una conciencia revolucionaria, batalladora, combativa como lo es la provincia Duarte, la única provincia realmente donde la guerra se extendió y donde pasaron muchas cosas y de dónde ha salido mucha gente que son muy luchadoras. En ese ambiente él creció, se desarrolló y posiblemente en gran medida le viene esa conciencia política y social que él exhibe en el libro.

Pero también, cuando se leía la semblanza de él, se decía que es un empresario dominicano y después de decir cuando nació, decía, descendiente de las migraciones italiana (Bruno) y libanesa (Achécar), o sea, que pone la familia de donde él viene, en principio ¿Lo cual nos dice qué? Que es una persona que tiene un sentido de pertenencia familiar y esto es muy importante, esto está ligado al ámbito empresarial porque al final de cuentas cuando tú eres un líder de una empresa lo que estas construyendo es una familia empresarial también.

Con la persona que tiene un sentido de pertenencia familiar, pues, le ayuda mucho eso porque entiende cual es el rol que le va a tocar al dirigir, al convertirse en un líder de una empresa.

Rafa en su infancia, en sus primeros años vivió en Pimentel, se crió en un pueblo pequeño y eso tiene un significado, porque… yo pensaba el otro día en mis nietos. Mis nietos, por ejemplo, para jugar tiene que ir a un “playgound”, así en inglés, o los llevan al parque de las palomas…pero Rafa no, para Rafa su “playground” era todo el pueblo de Pimentel…andaba suelto en ese pueblo y todo el mundo decía, bueno, ese es el nieto de Faride (Faride Achécar Achécar) o ese es el nieto de doña Julia (Julia Arismendy de Bruno) o es el sobrino de fulano de tal, y ese muchachito andaba de aquí para allá y su “playground” era todo un pueblo.

Sus amigos no solo son los compañeritos del colegio de aquí, él posiblemente tenga amigos que sean sastres, choferes de guaguas públicas y no voy a decir mecánicos, porque sé que por la naturaleza de su empresa hay muchos allí; pero realmente, eso le da una entrada a ver un mundo, tanto físico como social, totalmente diferente al que estamos acostumbrados con los hijos y los nietos nuestros en este medio. Y esto tiene mucha importancia por su futuro. Si él quería tener aventuras, pues, los nietos nuestros tienen que ir a Disney o a qué se yo donde…pero él tenía aventuras yendo a marotear a una finca de los alrededores y lo correteaban porque se cogía los mangos o las naranjas, o sea todas las travesuras que no voy a contar de él, porque no voy a hablar de esas cosas ahora; pero evidentemente tenía una entrada totalmente diferente hacia la vida.

De manera que yo creo que esas son cosas muy importantes, de donde surge la persona, el contacto que tiene con la naturaleza, con los seres humanos y va conformando un carácter; y eso se revela en el libro, eso es lo que el libro no dice, pero que yo se lo estoy tratando de ampliar, pero se revela ese sentido familiar, ese sentido de pertenencia a un pueblo, a una familia y eso le ha dado esa conciencia social.

Pero también eso nos lleva al tercer punto que se percibe en el libro y que yo quería tocar, que es lo que nos decían a nosotros cuando muchachos, el deseo de superación.

Obviamente, cuando tú estás en un pueblo así, quieres ver el mundo, quieres ver otras cosas, tú tienes deseos de superarte.

Ahora los muchachos hacen excursiones a Disney World, pero él tenía que viajar a un pueblo cercano y era el viaje más lejano que podía tener para ver otra cosa. Entonces, eso le da un deseo de superación personal, que hoy le llaman crecimiento humano, desarrollo del talento; pues realmente eso se presenta en el libro y Rafa lo retrata de una manera muy bonita cuando dice que “en un momento dado yo sentía que tenía que repensarme como ser humano y en ese momento, por unas lecturas que llegaron a mis manos, un libro que me regalaron, me hizo pensar en que tenía que reinventarme, que yo tenía que crecer, que tenía que hacer otras cosas”.

Y todo esto es sumamente importante, porque fíjense qué es lo que pasa: los líderes, o los jefes, si nosotros no crecemos, si no nos desarrollamos, somos nosotros que le ponemos un tope a nuestra organización para que no crezca y no se desarrolle.

Los líderes son los que tiene que empujar a la organización para conseguir cosas, pero si ellos no saben donde empujar, porque no crecen, llega un momento en que la organización se estanca porque ese líder no está creciendo. Lo cual implica que hay un compromiso contigo mismo, con la organización, de que tú siempre tienes que estar creciendo, todos los días tienes que estar aprendiendo, todos los días tienes que estar elevando tu estatura de conocimiento, de liderazgo, para permitir que esa organización crezca, porque la organización llega hasta donde llega el líder.  

Eso le permitió a él, pienso yo por la lectura del libro, con ese deseo de superación y de crecimiento, que cuando él identificó el problema, pudiendo ubicarlo y ver que tenía que hacer una reingeniería hacia adentro, porque si no, se queda en el “loop” que estaba viviendo y no le permite hacer crecer a su empresa como él la creció al poder crecer personalmente y además no solamente crecer como empresario, sino además crear esa vocación de que lo que él está aprendiendo, lo está compartiendo con todos nosotros, por lo tanto está tratando de que todos nosotros crezcamos justamente en ese campo de su aprendizaje.

Llega ese momento en que él mismo escribe una misión de lo que él quiere ser y la transcribe aquí, de cómo él quiere verse, lo que refleja con que profundidad tomó en serio ese proceso de crecimiento personal. Creo que esa es una de las cosas que aprendemos del autor al leer el libro.

Ahora bien, el cuarto punto que quería comentar con ustedes es que para tú poder dirigir una organización y ser líder, tú tienes que hacer lo que decíamos; hay una frase que a mí me encanta de un autor norteamericano que se llama Keynes Hartridge quien escribió un libro sobre estrategia corporativa y dice que “el líder es el arquitecto del propósito de la organización” que su tarea es dirigir hacia dónde va esa organización y eso fue lo que Rafa hizo: después que él creció, construyó ese propósito; ¿ porqué? Porque como dice Séneca “El barco que no tiene dirección ningún viento lo favorece”.

Si tu organización no tiene un propósito, tú no sabes si estas navegando con viento de proa o de popa, no sabes aprovechar las oportunidades, no sabes hacia donde te diriges en tu vida personal o diriges a tu empresa. Hay que construir ese propósito y justamente eso fue lo que él hizo mediante ese proceso de desarrollo personal; entonces ¿Qué nos dice esto? Que en Rafa encontramos una persona enfocada, que sabe lo que quiere, y sabe hacia dónde va y eso explica lo que está consiguiendo y los éxitos que estamos viendo.

El quinto aspecto que quería comentar es que dicen que el éxito no es solamente lograrlo sino  mantenerlo, porque después que tu llegaste, tú ves muchas empresas que se van a pique porque no logran mantener ese éxito. Entonces ¿cómo se mantiene ese éxito? Con esfuerzo, con trabajo permanente, con persistencia, con tenacidad. Si esto no se hace, no se puede mantener el éxito y yo creo que esto lo ha logrado Rafa también porque siempre veo la persistencia de él con las publicaciones que hace en su página del periódico Hoy y que sale los domingos, consistentemente y desde hace mucho tiempo yo veo que siempre escribe y publica una cuestión. Eso es sistematicidad, es persistencia, es tenacidad, y eso nos habla también de esa cualidad personal que él tiene para poder justamente, no solo lograr ese éxito, sino también mantenerlo.

Un filósofo mocano amigo mío decía que para tener éxito había que tener suerte…y decía reflexivamente…  “Sí, pero yo me he dado cuenta que mientras más trabajo, más suerte tengo”.

Bueno, pero finalmente yo quería terminar con dos cosas más para decir aquí.

Una es, y algo tiene que ver con la personalidad de Rafa, que creo que en eso apuntan y ha escrito sobre esos atributos de él, de su conciencia social y política, de su sentido de pertenencia, de su vocación por crecer como ser humano, de que es un líder que sabe lo que quiere, que está enfocado y que tiene tenacidad y persistencia. Eso no lo digo yo por mis conocimientos, lo digo por lo que he visto en el libro y del libro he traído eso, más que hablar de su niñez y de lo tremendo que era y de todas esas cosas que no son atributos que están en el libro.

También, la otra cosa es que Rafa habla de las tres C (Competitividad, Clientes y Cambio) pero yo quería decirle las tres C del líder, pero no se rían mucho al final.

Las tres C del líder son: La primera, Cabeza: tiene que tener intelecto, conocimiento para pensar bien lo que hace y cómo lo va a hacer. La segunda es la C de Corazón: porque tiene que tener pasión por lo que hace pero también tiene que tener sentido humano, empatía con los demás porque si no,  no logra las cosas ya que al final de cuentas si no hay éxito humano tampoco puede haber otro tipo de éxito. Y la tercera C es la de Coraje: no voy a decir la otra palabra para que ustedes se la imaginen…tiene que tener coraje para tomar decisiones porque en las empresas se nos presentan coyunturas que hay que decidir con valor y entereza, con fortaleza de carácter, para que las cosas se logren. El que es pusilánime no se puede meter en esto.

Finalmente, mi papá siempre me decía que en la vida hay que hacer tres cosas: sembrar un árbol, tener un hijo y escribir un libro…y Rafa, bueno pues ya ha escrito dos…misión cumplida.

Muchas Gracias.